Con dos ojos y … algo más

Vemos con el cerebro, sí, y el “equipo ojos-cerebro” (simplificando) debe estar coordinado y en forma para ver bien.

¿Cuántas veces miro a cualquier posición en el espacio, hacia donde sea, y mi mente está en otro sitio?  ¿Realmente “VEO”? ¿Qué hay de la coordinación ojo-mente? ¿Trabajan codo con codo o parece que hablan idiomas diferentes? Cuántas veces mis ojos hablan y mi mente pasa, como si no lo oyera.

Y si mi mente pasa de los ojos (¡mis ojos!), es probable que lo haga del resto del cuerpo también y seguro que encima no me doy ni cuenta.

La forma de vida automática y estresante provoca tensiones en el cuerpo, de las cuales, especialmente cuello y ojos no pueden separarse, somos todo uno. No nos damos cuenta de las tensiones, no nos damos cuenta de parpadear, e incluso a veces dejamos de respirar. La falta del oxígeno necesario (el cerebro -y especialmente la función visual- es un gran consumidor de oxígeno), incide gravemente en la visión.

El equipo ojos-cerebro forma parte de ti, de todo tu yo. Los mismos alimentos, el mismo oxígeno, la misma energía que entra por tu nariz, tu boca y tu piel abastece y recorre todo tu organismo, y lo hace también por este “equipo de ver” tuyo.

No basta con cuidar una pequeña parte, ¡Hazte caso y mímate al completo!